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El berrendo peninsular, es uno de los mamíferos más antiguos de América y hoy está catalogado como: en Peligro de Extinción (P).
Es parte de una familia de cinco subespecies que se encuentran exclusivamente en el norte del continente y, aunque tres de ellas se distribuyen en México, el Berrendo Peninsular es la única subespecie endémica del país y en particular de la península de Baja California.
Habitante de las llanuras costeras, el berrendo peninsular es el animal de mayor talla en ese ecosistema, en donde juega un papel vital para su permanencia , al sembrar con sus excretas las semillas que ha comido, manteniendo la estructura y composición florística.
En el año 1997, en Espacios Naturales con el apoyo de la SEMARNAT y las comunidades locales, iniciamos el "Programa de Recuperación del Berrendo Peninsular". Para esa fecha sobrevivían tan sólo 170 ejemplares, por ello, el esfuerzo inicial se concentró en aumentar su número mediante un manejo intensivo en una Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA) que denominamos: Estación Berrendo, en BCS.
Una vez que se tuvieron 300 ejemplares nacidos en la UMA, se pasó a una segunda etapa en donde se incluyó un manejo extensivo confinado, es decir, se inició el manejo en las condiciones más similares posibles al estado silvestre, pero manteniendo su confinamiento y protección en un gigantesco corral de 23000 hectáreas localizadas en la península de La Choya, en donde el cerco que la rodea permite mantener alejado también al ganado doméstico, evitando así la competencia por el escaso alimento y la transmisión de enfermedades que podrían destruir a esta población.
Desde el año 2011, el proyecto cuenta con una producción anual de aproximadamente 60 berrendos bajo condiciones controladas, lo que nos ha permitido iniciar una tercera etapa consistente en la dotación de pié de cría a las comunidades aledañas al proyecto, esto con la finalidad de recuperar un gran corredor que en el futuro permita el libre desplazamiento de la población por la mayor cantidad de sitios que fueron su distribución histórica, esta etapa ha dado inicio con el traslado de ejemplares al Ejido el Costeño, BC y con la firma de un nuevo convenio con el Ejido Benito Juárez, BCS, con lo que se aumenta el área de conservación del berrendo peninsular en 31000 hectáreas adicionales, trabajando ahora en dos Estados.